Saludos bloguer@s!!
Hoy vamos a hablar sobre cómo
preparar el terreno de nuestro huerto ecológico para su futura siembra y/o
plantación.
A continuación tenéis la
imagen de la situación inicial del huerto ecológico donde se van a llevar a
cabo los procedimientos de laboreo del suelo. Este terreno ha sido facilitado
por el Ilmo. Ayuntamiento de Madridejos.
Lo primero que debemos tener
en cuenta a la hora de realizar un buen laboreo es el tipo de suelo que tenemos
en nuestro huerto y sus características físicas y químicas, para así poder
realizar las labores con eficacia, así como para saber los tipos de cultivos que
son adecuados para nuestro terreno. Para ello realizaremos una toma de muestras
de suelo. Como nuestro huerto es muy homogéneo, llevaremos a cabo este procedimiento por el método de toma de muestras
simple. Para realizar el muestreo, debemos tomar una muestra de suelo a una
profundidad de unos 30 cm y alrededor de 1 kg de peso. Antes limpiaremos la
superficie donde vayamos a realizar la extracción para eliminar posibles
hierbas o restos que contaminen nuestra muestra. La muestra extraída será
introducida en una bolsa o envase de plástico limpio y resistente y aislado
para impedir su posible contaminación. La muestra se envía al laboratorio para
obtener los resultados.
Una vez obtenidos los resultados comenzamos con la
preparación del terreno propiamente dicha, para conseguir un suelo apropiado
para la siembra y plantación.
Nuestro terreno es muy
pedregoso, por lo que en primer lugar procedemos al despedregado y retirada de
restos encontrados que son molestos para nuestros cultivos.
Una vez que nuestro terreno
está despedregado y libre de restos procedemos a la incorporación de mantillo
para mejorar las propiedades de nuestro suelo. De esta forma, a la vez que
incorporamos materia orgánica, también mejoramos la estructura de nuestro
suelo, que es bastante arcilloso.
Para la realización de esta labor
repartimos la materia orgánica por el terreno con carretilla y espuertas y la
extendemos de manera homogénea con rastrillos, para su posterior enterramiento
en profundidad con la pasada del motocultor. De esta forma combinamos los
procedimientos de enmienda y el laboreo primario.
Realizamos un laboreo primario para acondicionar el suelo y
prepararlo para la exploración de las raíces. Para ello utilizamos un
motocultor que rompe y esponja el suelo, quedando éste pulverizado y mezclado
con el mantillo uniformemente.
Como se aprecia en las
imágenes preparamos el terreno realizando pasadas en distintas direcciones para
conseguir un mejor acondicionamiento del terreno.
Al tiempo que realizamos el laboreo con el motocultor
aprovechamos para seguir quitando las piedras que salían a la superficie.
Además de utilizar el motocultor, también hicimos pruebas
con motoazada para ver las diferencias de rendimiento y resultado final en
función de la maquinaria utilizada, llegando a la conclusión de que el motocultor
era más apropiado para nuestro terreno.
Una vez finalizada la preparación, empezaremos la creación
de las parcelas, pero eso lo explicaremos en la siguiente sección. ¡Os
esperamos!
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