Todos hemos oído hablar de ellos,
y la mayoría los habremos sufrido. Se trata de los temibles pulgones. Por ello,
hemos decidido inaugurar este apartado dedicándoles la primera entrada a ellos.
Los pulgones son un grupo de
insectos que pertenecen a la familia Aphididae dentro del orden de los hemípteros,
parientes de las cigarras y las chinches de campo. A pesar de su nombre no guardan
ninguna relación con las pulgas. A diferencia de ellas son parásitos de plantas
angiospermas, es decir, plantas con flores.
Los pulgones son de pequeño
tamaño (1-4 mm. de longitud), de colores variados (verdes, amarillos o negros).
Se alimentan con un largo pico articulado que clavan en las partes tiernas de
las plantas extrayendo la sabia. Esto puede dar lugar a deformaciones y
abarquillamiento de las hojas (Fig. 1). Dentro de la misma especie pueden ser
ápteros (sin alas) o alados. Estos últimos, tienen dos pares de alas
membranosas, relativamente pequeñas, siendo las dos anteriores mucho más
grandes y transparentes.
Fig. 1: Tomatera con
pulgón, se pueden ver las deformaciones y abarquillamiento de las hojas.
Con la llegada de la primavera,
los huevos eclosionan y dan lugar a hembras sin alas que se pueden reproducir
por partenogénesis, es decir, no necesitan que las fecunde un macho. Una hembra
adulta puede llegar a poner hasta 150 huevos a lo largo de su vida, sin
necesidad de ningún macho. Éstas dan lugar a dos tipos de generaciones. Por un
lado, generaciones de pulgones ápteros que se alimentan de la planta en la que
han nacido. Y por otro lado, generaciones que presentan alas con las que pueden
volar y colonizar distintas plantas (Fig. 2).
Fig. 2: A la
izquierda podemos ver pulgones en el
envés de una hoja. En la parte superior derecha se observa un pulgón con las y en la parte inferior un pulgón sin
alas.
En una semana alcanzan la madurez
sexual, pudiendo reproducirse igual que su progenitora, lo cual da lugar a que
en muy poco tiempo tengamos en nuestro huerto o jardín una invasión
descontrolada de pulgones.
Este proceso se puede repetir
durante varias generaciones mientras que las condiciones ambientales sean
favorables. Pero cuando dejan de ser adecuadas tiene lugar una nueva generación
con reproducción sexual, es decir, entre machos y hembras. Estos huevos
hibernarán durante la estación fría hasta la llegada de la siguiente primavera
que eclosionarán.
Los pulgones segregan una
sustancia azucarada llamada melaza. Esta melaza es la causante, por una parte,
de que las hojas queden cubiertas de este líquido desarrollándose un hongo llamado
Negrilla (Fumagina sp.). Éste no
acabará con la planta, pero dará un aspecto de suciedad, y en el caso de que
hayan sido afectadas muchas hojas, se puede ver dificultada la fotosíntesis,
perdiendo vigor la planta. Por otra parte, los pulgones establecen una
simbiosis con las hormigas. Los pulgones se dejan pastorear por las hormigas
(fig.3) a cambio de recibir la protección de las hormigas que las defienden
contra sus enemigos, como las mariquitas. A su vez, las hormigas obtienen una fuente de
alimento segura al ordeñar la melaza o mielato de los pulgones.
Fig. 3: Hormigas
ganaderas, pastoreando los pulgones para obtener melaza (fuente de alimento
para las hormigas).
Fig. 4: Hormigas obteniendo melaza o mielato del pulgón.
Si nuestro huerto o jardín
reciben la visita inesperada de pulgones, lo primero que tendremos que vigilar
es el número de individuos. Unos pocos no dañarán nuestros cultivos y atraerán
insectos beneficiosos, como las mariquitas. Una vez que se haya convertido en
una plaga, debemos controlar a las hormigas, puesto que mientras que los
pulgones tengan protección los enemigos naturales no podrán hacer nada. Y por último,
una vez controladas las hormigas, actuaremos contra los pulgones.
Como os prometimos a continuación
os presentamos una serie de soluciones, consejos y “remedios caseros” que
podéis seguir para mantener a raya los pulgones y las hormigas. También se
pueden utilizar contra la mosca blanca, la mosca negra y la araña roja, de los
que hablaremos más adelante:
-
Si sólo hay unos pocos pulgones siempre nos
podremos entretener en quitarlos con las manos o dejar que las mariquitas y
otros insectos se encarguen de ellos, pero siempre controlando la población, ya
que como hemos comentado anteriormente el número de individuos puede aumentar
mucho en muy poco tiempo.
-
Jabón potásico. Lo podéis adquirir en cualquier
tienda de fitosanitarios ecológicos. Es muy eficaz, pero lo tendremos que
utilizar varias veces puesto que actúa por contacto, es decir, sólo es efectivo
sobre las superficie en la cae. Funciona como un desengrasante, de manera que lava
las superficies cubiertas de melaza y seca los cuerpos de los insectos sin
caparazón sobre los que cae, por lo que es parcialmente selectivo. Recordad que
en la etiqueta tiene que describirlo como autorizado para uso en agricultura
ecológica y siempre hay que seguir las indicaciones del fabricante.
-
Infusión de ajo. Se deben machacar 5 dientes de
ajo por litro de agua. Una vez que se han mezclado se pone en un cazo a hervir
durante 20 minutos. Se retira del fuego y se guarda en un recipiente. Se puede
aplicar con ayuda de un pulverizador y tendremos que realizar el tratamiento
durante 3 días consecutivos sobre las partes de la planta afectadas.
-
La canela molida es un buen remedio contra las
hormigas. Se espolvorea sobre las partes afectadas y las hormigas saldrán despavoridas
inmediatamente. El problema es que enseguida desaparece la canela de las partes
aéreas debido al aire, y las hormigas vuelven a la planta.
-
A los pulgones no les gustan las plantas que
tienen aceites esenciales, como las plantas aromáticas. Si colocamos cerca de
nuestros cultivos plantas aromáticas como romero, lavanda y menta los pulgones
se alejarán de ellas y no las parasitarán.
-
Otra infusión que podemos probar es la
siguiente. En un recipiente se trituran un diente de ajo, tres cebollas, tres
guindillas frescas picantes y un vaso de agua fría. Después se deja reposar
durante toda la noche. A la mañana siguiente se filtra la mezcla y se diluye en
4 litros de agua. Es recomendable guardarlo en un recipiente con pulverizador
para evitar manipularlo demasiado. Se debe aplicar un mínimo de 3 veces en un
intervalo de 10 días.
Esperamos que os
haya resultado de interés. ¡Hasta la próxima!
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