Las avispas

Queridos bloguer@s, aquí estamos un día más para hablaros de algunos de los aliados de nuestro huerto. Hoy os queremos presentar a un insecto muy temido por todos y que quizás os sorprendáis de las cosas que es capaz de hacer para proteger nuestro huerto de los voraces visitantes que pueden vivir libremente en las plantas.

Sin más preámbulos, os presentamos a las avispas. Pertenecen al orden de los Hymenopteros, al que también pertenecen abejas y hormigas. El género más fácil de reconocer es el de Vespula (Fig. 1), por presentar manchas y rayas negras y amarillas muy llamativas. Son las temidas avispas que pueden clavarnos su aguijón si nos cruzamos en su camino.

Fig. 1: Ejemplar de Vespula germanica.

En periodos de alto requerimiento energético se alimentan de néctar, miel y frutas maduras, entre otros. Sin embargo, en época de cría cazan insectos para alimentar a la prole. 

La mayoría de estas avispas son sociales y viven en nidos, conocidos como panales (Fig. 2).  

Fig. 2: Panal de avispas de la familia Vespidae

Otra de las familias importantes para nuestro huerto es la de los esfécidos (Fig. 3). La mayoría de estas avispas son solitarias, construyen sus nidos sobre las ramas de los árboles utilizando barro o excavando un hueco en el suelo. Todas son depredadoras, alimentándose principalmente de insectos o arañas.

Fig. 3: Ejemplar perteneciente a la familia de los esfécidos sobre una rama.

Tienen una forma curiosa de proveer de alimento a la prole. La mayoría paralizan a la presa y ponen sus huevos sobre ella (Fig. 4) y tapan la salida del nido, quedando la presa y los huevos encerrados. Al cabo de unos días los huevos eclosionan y sale una larva que comienza a devorar a la presa. Cuando termina con ella, está lo suficientemente desarrollada como para poder salir del nido a buscar su propio alimento. Este comportamiento es de gran utilidad en nuestro huerto, puesto que nos ayuda a mantener a raya, sobre todo, a voraces orugas que dañan nuestras plantas.

Fig.4: Ejemplar de Podalonia hirsuta llevando provisiones al nido, en este caso una oruga de lepidóptero,  donde depositará más tarde un huevo.

Por último, hay otro interesante grupo de avispas, la familia de los pompílidos (Fig. 5). Se les conoce vulgarmente como avispas de las arañas, debido a que alimentan a sus larvas principalmente de arañas, incluso de tarántulas. Algunas especies depositan el huevo sobre la araña tras paralizarla o la arrastran hasta el nido, mientras que otras depositan un huevo dentro de la araña viva, desarrollándose en su interior y alimentándose de los fluidos de ésta, no muriendo la araña hasta mucho después.

Fig. 5: Ejemplar de Tachypompilus ignitus paralizando a su presa.

¡Deseamos que os haya parecido interesante esta entrada y os esperamos en la siguiente!